MUERTE SÚBITA
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La muerte súbita es la aparición repentina e inesperada de una parada cardíaca en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado. Su principal causa es una arritmia cardíaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir.
¿Qué sucede en el cuerpo cuando aparece?:
En primer lugar, la víctima de muerte súbita pierde el pulso y, en pocos segundos, pierde también el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia directa es el fallecimiento al cabo de unos minutos.
Las medidas de reanimación cardiopulmonar pueden conseguir en muchos casos que la arritmia desaparezca y el paciente se recupere, de modo que se trata de un y en este caso hablamos de "episodio de muerte súbita reanimada o recuperada".
Aun así, lamentablemente, la inmensa mayoría de los pacientes que sufren una muerte súbita y no reciben atención médica fallecen en pocos minutos. En España se producen unas 40.000 muertes súbitas al año, de las cuales entre el 40 y el 50% se producen en jóvenes deportistas.
Causas de la muerte súbita:
La muerte súbita aparece fundamentalmente en tres situaciones:
- Pacientes que padecen una enfermedad coronaria. Este tipo de enfermedad es con mucha diferencia la causa más frecuente de la muerte súbita, ya que es una de las formas comunes en las que puede presentarse un infarto agudo de miocardio.
- Jóvenes que sufren una parada cardíaca mientras hacen deporte. Es un grupo de pacientes más reducido, pero más conocido por su repercusión social y mediática y, en la mayoría de los casos, la causa de la muerte es genética.
- Lactantes de menos de un año de edad. En estos casos, el problema es muy diferente y, aunque no se conocen bien las causas, se piensa que puede ser debido a la inmadurez del organismo para mantener el ritmo respiratorio, si bien se han descubierto algunas mutaciones causales que producirían arritmias malignas.
De este modo, cuando hablamos de las causas de la muerte súbita debemos separar dos grupos de edad:
• Mayores de 35 años. La causa más frecuente de muerte súbita es la arteriosclerosis coronaria y el infarto de miocardio.
• Menores de 35 años. Las causas suelen ser hereditarias, es decir, enfermedades cardíacas genéticas o familiares, de las que se pueden destacar la miocardiopatía hipertrófica, la miocardiopatía arritmogénica, la miocardiopatía dilatada, el Síndrome de QT largo o el Síndrome de Brugada, entre otras.
Cabe destacar que la mayoría de estas enfermedades pueden ser diagnosticadas con la realización de un Electrocardiograma (ECG), por lo que una medida muy eficaz de prevención sería que todo joven deportista se realizara un ECG y que un cardiólogo especializado lo interpretara. Muchas de estas enfermedades están encuadradas dentro del grupo de las llamadas enfermedades raras, por lo que tanto su detección como su tratamiento deben hacerlo especialistas cardiólogos especializados en estas enfermedades genéticas en Cardiología, idealmente dentro de Unidades de Cardiopatías Familiares.
Medidas de reanimación cardiopulmonar:
Cuando no se ha podido prevenir la parada cardíaca, la desfibrilación es la medida de tratamiento más eficaz. Es muy importante el tiempo que transcurre desde que el corazón del paciente se detiene y se aplica el desfibrilador, ya que se calcula que por cada minuto que pasa existe un 10% menos de posibilidades de que el paciente se recupere.
Si no tenemos a mano dicho método, la segunda medida importante es el masaje cardíaco, con el que se consigue prolongar el tiempo en el que la desfibrilación pueda ser eficaz.
Diagnóstico de cardiopatías genéticas:
En el caso de que ya se haya producido la muerte súbita de un joven, deportista o no, es fundamental que se realice una autopsia completa, incluyendo un examen minucioso del corazón e incluso análisis genético, así como un estudio familiar exhaustivo. Gracias al estudio familiar y genético se puede llegar al diagnóstico causal en muchos casos. La detección de una cardiopatía genética como causa de la muerte súbita permitirá estudiar a los familiares, ya que se sabe que el 50% de ellos pueden haber heredado la misma enfermedad y, por tanto, estar en riesgo.
Actualmente, el estudio de familias con posibles cardiopatías está ayudando a un mejor diagnóstico y prevención de estas enfermedades y de su temible consecuencia, que en algunos casos es la muerte súbita. Afortunadamente, durante los últimos 30 años, la medicina cardiovascular ha desarrollado el desfibrilador automático implantable (DAI), un dispositivo que se inserta debajo de la piel del paciente y que es capaz de evitar que se produzca una muerte súbita en aquellas personas que tras un examen médico especializado se consideren que están en riesgo.
Medidas para prevenir la muerte súbita:
• Mejorar los hábitos de salud y el control de los factores de riesgo cardiovascular: Es imprescindible actuar cuanto antes en la prevención de enfermedades coronarias, interviniendo sobre todo en la obesidad infantil y la disminución de la actividad física. En el caso de los adultos, se recomienda también una comida más sana y aumentar la práctica de ejercicio físico. Los especialistas en Cardiología recomendamos caminar como mínimo media hora cada día, así como dejar de fumar, controlar la presión arterial, el peso, el colesterol y la diabetes.
• Realizar revisiones médicas a los deportistas: Esto se debe llevar a cabo desde niños a adultos, en profesionales y aficionados, entrenados y principiantes. La revisión debe incluir una historia clínica personal y familiar completa, un examen físico y un electrocardiograma interpretado por un especialista. En esta época en la que están de moda las pruebas de resistencia, muchos de estos deportistas suelen ignorar la necesidad de un reconocimiento médico adecuado y creen que su condición física y la práctica deportiva les protegen de la enfermedad cardiovascular, pero no siempre es así. La evaluación y el seguimiento médico deben formar parte de la rutina del deportista.
• Recurrir a un especialista para el estudio de una posible enfermedad cardíaca hereditaria: Un antecedente de muerte súbita en la familia o de una patología grave de este tipo en un familiar joven próximo a nosotros puede ser un indicativo de una enfermedad cardíaca hereditaria.
• Desfibrilación pública: Ésta es fundamental cuando no se ha podido prevenir la parada cardíaca, pero recordar que solo se disponen de 10 minutos para actuar. En este sentido, es imprescindible la cobertura de desfibriladores semiautomáticos en sitios públicos y programas de formación en reanimación cardiopulmonar básica para la población general.